Hoy en nuestro blog queremos compartir con vosotros estas palabras de Francisca Muñoz, de Peñarrubia del Alto Guadiana, publicadas en una entrevista en la revista Cooperativas:
Peñarrubia del Alto Guadiana es una empresa familiar de Ossa de Montiel, unida desde siempre al campo a través de un planteamiento innovador y pionero. Se trata de una actividad desarrollada en una zona rural, pero difiere, en parte, de lo que es la agricultura convencional. Trabajamos en varias vertientes con diversidad de productos y en diferentes mercados. Nos dedicamos a la producción ecológica de plantas aromáticas, medicinales y condimentarías.
El proyecto que desarrollamos y que denominamos “Esencia ecológica de la Mancha” fue galardonado con uno de los cinco premios nacionales de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales. Para nosotros ha sido el reconocimiento a la trayectoria de una familia como la nuestra, que hemos trabajado en el campo y hemos sabido utilizar los recursos naturales de nuestro entorno de forma respetuosa para el desarrollo y la creación de empleo en una zona con muchas carencias.
Este premio supuso un orgullo y un estímulo para continuar por el acertado camino que hemos emprendido en la producción ecológica.
La presencia de la mujer en nuestra empresa es patente, no tenemos ninguna política de cupos. Por tanto las mujeres que llevan a cabo un trabajo están en igualdad de condiciones que un hombre. Tenemos mujeres en las plantaciones, en el vivero, en la siega, en administración y en los órganos directivos. Cada vez las mujeres somos más valientes, estamos más preparadas y nos superamos cada día.
Las cooperativas, las asociaciones, el trabajo colectivo es una respuesta para que la mujer pueda implicarse en la vida económica, social y laboral en un entorno rural. Considero que fomentando estas sociedades se puede revitalizar la actividad en el medio rural.
Con las tecnologías y medios de transporte de hoy, gran número de actividades que antes se ejercían desde un despacho de una gran ciudad, ahora pueden hacerse desde una zona rural. Por un lado se fija población en el campo, se descongestionan las urbes y sobre todo se gana en calidad de vida.
Uno de los problemas más importantes de las zonas rurales, es la ausencia de personal formado que pueda dar lugar a nuevas iniciativas y diversificación en el campo. Es necesario promover medidas que permitan impulsar que la formación vaya orientada a poder desarrollarse en estos espacios, a la creación de actividades relacionadas con los recursos naturales de cada zona, a que la mujer tenga a acceso a los conocimientos derivados de las tecnologías de la información y la comunicación, para así favorecer el teletrabajo. Todo ello posibilita la apertura de conocimientos y favorece la permanencia de la mujer en el ámbito rural.
Hace unos años, unir las palabras mujer y rural, suponían una doble discriminación, pero en estos momentos pienso que el hartazgo de las gentes de la ciudad, hace mirar con anhelo esta situación. Ser Mujer Rural es orgullo, calidad de vida, oportunidades de innovar, posibilidades de crecer…, y sobre todo de poder ser una misma, de verdad.